Lo que el caracol nos enseña es que puede crecer desde adentro y proyectarse al exterior y que, en esa misión, no tiene otra maestra que su propia alma.
Este dodecaedro te ayuda a estar conectado con tu maestro interno y al estar en esta conexión podemos pedir guía para saber que hacer por nosotros, por los demás o simplemente por un lugar. Incrementa enormemente los campos vibratorios.