El blanco ilumina, ayuda a nuestra mente a concentrarse y contribuye a la organización. Me encanta porque es definitivo, totalmente reflexivo, despierta la apertura, el crecimiento y la creatividad. No puedes esconderte detrás de él, ya que lo amplifica todo a su paso.
Estos aretes representan la pureza, el honor y la majestad. La flor de Lis simboliza los ojos de Dios. Siéntete como La diosa capaz de ver dentro de las almas de quienes te rodean y se una luz en el camino de otros.
Estos Jazmines como "regalo de Dios" como su nombre lo indica están asociados a los sentimientos de dulzura, pureza y entrega. Te ayudan a relajarte de toda tensión.
Mediante la armonía de los elementos que componen un mandala, estos aretes representan la unidad, la armonía y la infinitud del universo, un par de soles que encienden nuestra alma y llenan de vitalidad.
Esta combinación de colores hará que te sientas en plena juventud, haciéndote llevar todo con paciencia y sin peso alguno, además infundirá una confianza magnífica.